"Lo Normal" es el punto intermedio entre lo que quieres y lo que tienes.

En toda relación llega el momento en que el romance sede a la realidad. Es por eso que ese día decidí actuar con madurez; es decir, la “negación total”...

Hacia meses que no me daba cuenta de lo infantil que estaba siendo al sumergirme en el trabajo y otras actividades - como aprender posiciones de animales en mi clase de Yoga - para tratar de evitar la situación. De vez en cuando me detenía a pensar - y por supuesto revivía aquel infierno- . Pero en esta ocasión y por primera vez, comenzaba a creer que funcionaria una estrategia que nombre “Cero-Contacto” para poder dar fin a mis pesadillas.

Ya habían pasado las cuatro semanas reglamentarias. Comenzaba la esperanzadora quinta semana sin recibir aun la famosa llamada - que como un deja vù - se venia repitiendo hace meses y que sin lugar a dudas daba inicio a un circulo vicioso. Esta vez estaba segura que si seguía así, no solo rompería mi récord sino que por fin... rompería con esa maldición.

Parafraseando a la humanidad, decimos que: Cuando algo se acaba, se acaba. Y hablando de relaciones es “simple”. No importa cuantos desacuerdos se tengan durante el poco o mucho tiempo que salieron juntos. Siempre se pondran de acuerdo en los términos en que se verán o NO a partir de ese momento. Pero que pasa cuando algo ni siquiera pudo comenzar para poder darle fin. ¿Como saber si es normal seguir en contacto? y ¿Que tan seguido se considera lo normal?

Algunos opinan que lo NORMAL es el punto intermedio entre lo que quieres y lo que tienes. Así es que tomando en cuenta esos parámetros y haciendo una operación matemática creo que iba por buen camino.

( NADA + NADA ) entre DOS = CERO Contacto

No era la primera vez que lo intentaba, pero si la primera en que parecía marchar todo sobre ruedas. Ya no andaba de un lado a otro tratando de evitar pensar en mi peor pesadilla. Las cosas comenzaban a fluir extraordinariamente bien. Incluso hacia mucho tiempo que no era tema de conversación entre mi conciencia y yo, cuando de pronto... ahí estaba, parpadeando frente a mi a la misma hora una semana antes romper mi récord.

Solo había una cosa por hacer...