Fue sorpresivo verlo arrastrando los pies como un boxeador viejo, cojeando, derrotado.
Fue después cuando el gran hombre miró hacia el amargo brillo del crepúsculo y murmuró simplemente:
-¨No significa nada todo eso¨-
Fue la verdad lo que impactó.
Fue cuando el chico entendió que las heridas de su héroe yacían en un lugar mas oscuro.
Su corazón, alguna vez capaz de inspirar a otros ya no podía inspirarse a si mismo.
Ahora latía solo por hábito. Ahora latia solo... por que podía.
